La Fundación MSC y UNICEF anunciaron una nueva etapa en su histórica alianza, con un programa que busca mejorar la educación de 400.000 niños en Filipinas y ofrecer soluciones innovadoras para cerrar brechas de aprendizaje en las comunidades más vulnerables.
Tras 16 años de trabajo conjunto y 17 millones de dólares ya invertidos, ambas organizaciones presentan “El Puente de Aprendizaje”, una iniciativa que apunta a revertir los profundos desafíos educativos de Mindanao, región marcada por la pobreza, los desastres climáticos y la falta de infraestructura escolar.

El programa impulsa mejoras concretas en alfabetización, matemática y calidad docente, incorporando herramientas innovadoras que permiten llegar a zonas donde la educación se interrumpe constantemente. Entre las soluciones más disruptivas se destaca una escuela flotante inteligente, diseñada para asegurar la continuidad del aprendizaje en comunidades afectadas por inundaciones recurrentes. A esto se suma el acompañamiento a docentes mediante tutorías, nuevas estrategias pedagógicas y formación específica para nivelar aprendizajes.
En la región de Caraga, esta escuela flotante funcionará como un modelo de infraestructura resiliente al clima, mientras que en BARMM se fortalecerá la educación inicial a través de metodologías basadas en el juego y programas de recuperación del aprendizaje. La meta: aumentar la asistencia, mejorar las habilidades básicas y garantizar que los niños ingresen a la escuela con mayores oportunidades.

Para Pierfrancesco Vago, presidente ejecutivo de la División de Cruceros de MSC y presidente del Comité Ejecutivo de la Fundación MSC, el proyecto tiene un valor emocional adicional: “Muchos empleados y tripulantes de MSC provienen de Filipinas. Apoyar este programa es acompañar a las comunidades que nuestra propia gente llama hogar”.
Desde UNICEF, la Subdirectora Ejecutiva Kitty Van der Heijden destacó el impacto estructural de la iniciativa: “La educación es clave para romper ciclos de pobreza. Este apoyo nos permitirá ofrecer soluciones escalables que garanticen acceso a una educación de calidad, incluso para los niños más afectados por la crisis climática”.
La propuesta también refuerza la preparación comunitaria ante desastres, promueve el aprendizaje digital y acompaña la implementación de estrategias que los gobiernos locales podrán replicar a nivel nacional. Todo el programa se alinea con el Plan Nacional de Desarrollo de Filipinas, promoviendo sistemas educativos resilientes y aprendizaje a lo largo de toda la vida.
La alianza entre MSC y UNICEF demuestra cómo la colaboración entre el sector privado y organismos internacionales puede generar transformaciones reales, sostenibles y de alto impacto social.