El otoño alemán se viste de naranja en la granja Klaistow, ubicada a poco más de 50 kilómetros de Berlín, donde las calabazas se convierten en las protagonistas de la temporada. La 22.ª edición del Festival de la Calabaza de Klaistow presenta más de 100.000 ejemplares de 500 variedades de todo el mundo, junto a 15 impresionantes esculturas de calabaza y una propuesta gastronómica que incluye desde postres hasta platos salados elaborados con este producto.
Considerado uno de los festivales de calabazas más grandes de Europa, el evento recibe hasta 12.000 visitantes los fines de semana y más de 5.000 entre semana, consolidándose como un referente de la temporada otoñal. Desde su inicio en 2004, en paralelo con la popularización de tradiciones de Halloween como tallar calabazas y pedir caramelos en Alemania, cada año los organizadores eligen un tema distinto que aporta creatividad y un componente narrativo a la vasta finca.
En esta edición, el festival rinde homenaje al poder femenino, con esculturas de calabaza que representan a figuras reconocidas como Cleopatra, Juana de Arco, Marge Simpson, Elsa de Frozen y Bertha Benz, (quien en1888, realizó el primer viaje de larga distancia en automóvil para demostrar que el invento de su marido era práctico y confiable). Los visitantes pueden recorrer las exposiciones, participar de talleres, degustar especialidades culinarias y conocer la historia del cultivo de la calabaza, que llegó desde América hasta Europa hace siglos.
El Klaistow Pumpkin Festival combina arte, gastronomía, educación y entretenimiento, consolidándose como un destino único para toda la familia y un clásico del otoño europeo que atrae a miles de visitantes cada año.