El otoño es uno de los mejores momentos para visitar Barcelona. Las calles se llenan de colores cálidos, el clima invita a caminar sin prisa y la ciudad se transforma en un escenario lleno de cultura, gastronomía y nuevas experiencias. Es una estación perfecta para quienes buscan disfrutar sin el bullicio del verano, pero con toda la energía de una ciudad que nunca deja de sorprender.
Este 2025, Barcelona propone una agenda repleta de actividades que combinan arte, historia, tecnología y sabor. Una de las grandes propuestas culturales es la exposición inmersiva “Leonardo Da Vinci versus Michelangelo Buonarroti”, que se puede ver en el IDEAL Centre d’Arts Digitals. Allí, los visitantes se sumergen en un viaje fascinante por el Renacimiento, reviviendo el desafío que enfrentó a ambos genios en 1503, cuando se les encargó pintar murales en la Sala de los Quinientos del Palacio Viejo de Florencia. Una experiencia envolvente que combina arte clásico con tecnología de vanguardia.

Muy cerca de Plaza España, la cúpula del centro comercial Arenas de Barcelona se ha transformado en una ventana hacia el continente blanco con la muestra “Antarctica Experience”, creada por el cineasta Luc Jacquet, ganador del Óscar. Esta exposición multisensorial invita a recorrer glaciares, tormentas y paisajes helados, descubriendo la vida en uno de los lugares más extremos del planeta. Un viaje visual y sonoro que emociona a grandes y chicos.

El arte y la ciencia también se encuentran en el CaixaForum, donde la exposición “Somos Naturaleza” propone una mirada moderna sobre la biodiversidad, con instalaciones inmersivas que hacen reflexionar sobre el vínculo entre el ser humano y el planeta. Y para los nostálgicos del cine, el mismo espacio presenta “[REC]uerdos. La vida a través del cine doméstico”, una exposición que recorre la historia de cómo nos filmamos, desde las viejas cámaras de 8 mm hasta los móviles actuales.

Pero Barcelona también se disfruta con el paladar. En el corazón del barrio del Born, el Museo del Chocolate celebra 25 años y ofrece una visita deliciosa: su recorrido cuenta la historia del cacao en la ciudad y propone talleres para niños y adultos, además de una cafetería donde el aroma a chocolate recién hecho es irresistible.
Entre museos, paseos y sabores, el otoño barcelonés invita a vivir la ciudad con calma, a mirar sus calles doradas, probar platos con setas de temporada y dejarse llevar por el arte. Barcelona se reinventa con cada estación, pero en otoño tiene algo especial: ese equilibrio perfecto entre energía y serenidad que la convierte en un destino ideal para disfrutar con todos los sentidos.