La isla nórdica registró 1,7 millones de visitantes internacionales en los primeros siete meses de 2025, pese a contar con apenas 350.000 habitantes. Ante este auge histórico, las autoridades preparan un incremento del impuesto turístico para gestionar la creciente presión sobre sus recursos y servicios.

Informes recientes indican que Islandia registró una caída del 6% en la llegada de turistas extranjeros el año pasado, atribuida al elevado costo de la vida. Sin embargo, la tendencia se revirtió rápidamente: entre 2023 y 2024, el número de visitantes internacionales creció un 2,2%, y en los 12 meses previos a septiembre de 2025 se registró un aumento adicional del 3,5%. Entre enero y agosto de este año, Islandia recibió 1,792 millones de turistas, superando los 1,743 millones de 2024 y mostrando un crecimiento notable en comparación con los 1,597 millones de 2019.

Durante los primeros siete meses de 2025, el país también ha registrado el mayor número de habitaciones reservadas en hoteles y alojamientos turísticos hasta la fecha, mientras que el volumen de negocio de los sectores vinculados al turismo ha sido "especialmente alto" entre 2023 y 2025. El auge turístico se ha producido pese a varios contratiempos, entre ellos el cierre de la aerolínea de bajo coste Play y la erupción de la fisura volcánica de Sundhnúksgígar.
Islandia ha consolidado su posición como un destino turístico de creciente popularidad gracias a su naturaleza virgen, paisajes rurales y experiencias únicas que no se encuentran en otros lugares del mundo. Este atractivo ha hecho que visitar el país se convierta en una tendencia, especialmente entre viajeros de mayor poder adquisitivo, mientras que la difusión en redes sociales también contribuye a su fama internacional.

Para adaptarse al aumento constante de visitantes, el aeropuerto internacional de Keflavík (KEF) está siendo ampliado, con mejoras que incluyen nuevas instalaciones para bicicletas, autobuses y taxis, un nudo circular para agilizar el tráfico, senderos cubiertos, un hotel de cuatro estrellas y la expansión de la terminal sur y del ala este del aeropuerto.
En paralelo, reinstauró en 2024 su impuesto sobre alojamiento turístico, con el objetivo de mitigar el impacto ambiental del sector. Actualmente, los hoteles y pensiones aplican una tasa por habitación, mientras que los campings y casas móviles cobran la mitad, y los pasajeros de cruceros pagan 1.000 ISK por escala -aproximadamente mil pesos argentinos-. Próximamente, se prevé la presentación de una propuesta para un impuesto turístico significativamente mayor, con el fin de gestionar de manera más eficaz el auge de visitantes.