En la costa noreste de República Dominicana, un paraíso natural se convierte en ejemplo de turismo sostenible gracias a Protortuga, una iniciativa que protege a las tortugas marinas y promueve un modelo de desarrollo más consciente.    

Estuvimos dialogando con Yonathan Mercado, oriundo del municipio de Miches, provincia El Seibo, Yonattan se dedica a las actividades relacionadas con el medioambiente, con la finalidad de enseñar a los demás acerca de la importancia de proteger la naturaleza.

En 2010 se formó como guardaparques y en 2016 se graduó como técnic

o en manejo de recursos naturales por el Instituto Técnico de estudios Superiores en Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Desde el 2011, formó parte del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, primero en calidad de guardaparques y desde el 2017 como administrador de Áreas Protegidas.

Desde hace seis años promueve esfuerzos para la conservación de tortugas marinas en Miches, mismos que evolucionaron hasta convertirse en el Programa de Monitoreo y Protección de Tortugas Marinas de Miches PROTORTUGA, del que participa como coordinador de conservación e investigación.

Ubicada en una zona de alto valor ecológico, Miches ha sido históricamente un sitio de anidación para especies de tortugas marinas como la tinglar, la carey y la verde. Sin embargo, la llegada del turismo masivo y la falta de conciencia ambiental pusieron en riesgo sus hábitats naturales. En este contexto, nace Protortuga, un programa que combina ciencia, educación y participación comunitaria para garantizar la protección de estos animales y su ecosistema.

La iniciativa incluye patrullajes nocturnos para detectar nidos, reubicación en viveros controlados y liberación de crías en condiciones seguras. Además, se capacita a pobladores, pescadores y trabajadores del sector turístico para convertirse en guardianes del entorno marino. La educación ambiental en escuelas locales también es parte fundamental del proyecto.

Lo que distingue a Protortuga es su enfoque colaborativo: hoteles como Club Med y otros resorts de la zona trabajan junto a ONGs, autoridades ambientales y residentes para asegurar que el crecimiento del destino no ocurra a costa de la biodiversidad. Esta alianza público-privada ha logrado mejorar la tasa de supervivencia de las crías y crear conciencia entre los visitantes. De hecho Club Med brinda un espacio donde llevan a las tortugas a tener sus crías, así están a salvo de todo tipo de predadores.

Miches se posiciona así como un destino que no solo ofrece playas vírgenes y paisajes únicos, sino también experiencias responsables que conectan al viajero con la naturaleza. La protección de las tortugas marinas no es solo una acción ecológica, sino también un pilar estratégico para un turismo regenerativo que beneficie a todos: fauna, comunidad y visitantes.