El verano también se disfruta lejos del mar. Si estás planeando tus vacaciones en el interior de España, descubrirás una gran variedad de piscinas naturales y embalses de aguas limpias y tranquilas, ideales para nadar, tomar sol o practicar deportes acuáticos en plena naturaleza. Estas zonas no solo invitan a refrescarse, sino que también ofrecen propuestas gastronómicas y actividades para todos los gustos.
Playa de Orellana (Badajoz, Extremadura): naturaleza, agua dulce y aventura
Aunque no tenga mar, Extremadura sorprende con más de 1.500 kilómetros de costa de agua dulce y varias playas con Bandera Azul, que garantizan calidad del agua y excelentes servicios. Entre ellas destaca la Playa de Orellana, en Orellana la Vieja (noreste de Badajoz), la primera del país en recibir este reconocimiento en un entorno de interior. Ideal para pasar un día completo al aire libre, la playa ofrece mucho más que un buen chapuzón: podés practicar windsurf, vela, piragüismo o incluso alquilar una lancha para recorrer el embalse. Cuenta con escuela de vela y club náutico, perfectos para quienes buscan algo de acción sobre el agua. Y cuando baja el sol, la propuesta sigue: la zona es ideal para hacer senderismo y avistamiento de aves, ya que el embalse forma parte de una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Un imperdible: El jamón ibérico es un imperdible, y una gran opción es seguir la Ruta del Ibérico Dehesa de Extremadura para conocer más sobre su origen y sabor.
Lago de Sanabria (Zamora, Castilla y León): naturaleza, leyendas y aguas cristalinas
En el noroeste de Zamora, dentro de un entorno natural único, se encuentra el Lago de Sanabria, el mayor lago de origen glaciar de Europa. Con más de 50 metros de profundidad y rodeado de montañas, bosques y silencio, este lugar parece sacado de un cuento. De hecho, hay quien dice que en la noche de San Juan (24 de junio) aún se pueden oír las campanas de un antiguo pueblo que quedó sumergido bajo sus aguas. Más allá de las leyendas, el lago ofrece un entorno perfecto para descansar, refrescarse y disfrutar de la naturaleza. En verano, sus playas de arena invitan al baño y a actividades como vela, windsurf, piragüismo o buceo. Si buscás algo más tranquilo, podés remar en una piragua entre robledales centenarios, respirar aire puro y dejarte envolver por la paz del paisaje. Un destino ideal para quienes buscan desconexión, aventura suave y un contacto auténtico con la naturaleza.
Parque Natural Lagunas de Ruidera (Castilla-La Mancha): naturaleza, agua y sabores auténticos
En pleno corazón de Castilla-La Mancha, entre las provincias de Ciudad Real y Albacete, se encuentra uno de los humedales más sorprendentes de España: las Lagunas de Ruidera. Un conjunto de 16 lagunas conectadas entre sí a lo largo de 30 kilómetros, con aguas cristalinas que forman cascadas, arroyos y paisajes que parecen sacados de otro mundo. Durante el verano, es posible disfrutar del baño en zonas habilitadas, así como practicar kayak, paddle surf, vela o incluso iniciarse en el buceo. Además, hay opciones para quienes prefieren explorar a pie: se pueden reservar visitas guiadas que combinan senderismo y recorridos en vehículo, ideales para descubrir rincones menos conocidos del parque. Y si querés cerrar la jornada con un buen sabor de boca, no te pierdas las queseras y bodegas cercanas a pueblos como Daimiel o Campo de Criptana, donde podés hacer catas, recorrer instalaciones y probar productos de calidad excepcional.
Embalse de Alloz (Navarra): aguas turquesa, naturaleza y experiencias únicas
En plena Navarra rural, entre valles y paisajes verdes, se esconde un auténtico mar interior de aguas salinas y color turquesa: el Embalse de Alloz, ubicado en la región de Tierras de Iranzu. Es uno de los embalses más importantes de la comunidad y en verano cuenta con dos zonas de baño acondicionadas (con reserva previa). Una de ellas, la bahía de Lerate, ha sido reconocida con la primera Bandera Azul en la historia de Navarra, gracias a la calidad de sus aguas. Además de nadar y tomar sol, en Alloz podés practicar paddle surf, SUP yoga, bautismo de navegación e incluso disfrutar de vuelos en parapente, todo en un entorno natural impresionante. Pero eso no es todo: Tierras de Iranzu también ofrece un sinfín de ecoexperiencias para todos los gustos. Desde visitas a mielerías, queserías, salineras y granjas locales, hasta catas de vino y sales ecológicas, sin olvidar los panes y pastas artesanas que completan una escapada perfecta.
Pantano de San Juan
A solo 70 km de Madrid, el Pantano de San Juan es el destino ideal para disfrutar del verano sin salir de la comunidad. Conocido como la "playa de Madrid", cuenta con dos zonas de baño -incluida la playa Virgen de la Nueva, con Bandera Azul - y muchas opciones para los amantes del agua: vela, kayak, wakeboard, esquí acuático, entre otras. Además, la zona ofrece senderos, bodegas con catas de vino, y atractivos familiares como el Bosque Encantado o el monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias. Un plan completo de naturaleza, deporte y sabor cerca de la capital.
Club Náutico El Rasillo (La Rioja)
Ubicado en el embalse de González Lacasa, entre pinares y a 1.000 metros de altitud, es un lugar ideal para disfrutar en familia. Se pueden alquilar piraguas, tablas de windsurf y pedaleras, y hay un restaurante con vistas al pantano. También hay un itinerario verde para caminar hasta El Rasillo y opciones de rutas en 4x4. Si viajás con chicos, podés visitar el parque temático El Barranco Perdido, con piscinas y actividades sobre dinosaurios. Y, por supuesto, no puede faltar una visita a alguna bodega riojana o vivir la tradicional Batalla del Vino en Haro.
Salto de Bierge (Huesca, Aragón)
Ubicado en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, el Salto de Bierge es uno de los rincones más populares de Aragón para darse un chapuzón en verano. Con una cascada de 8 metros y aguas cristalinas, el acceso está regulado y los tickets se pueden conseguir online. Además, la zona es ideal para practicar barranquismo. Muy cerca, el embalse de Lanuza también es perfecto para bañarse y disfrutar del festival Pirineos Sur, que cada verano reúne música de todo el mundo. ¿Un plus? Podés vivir una experiencia gastronómica única en el valle de Tena, como hacer tu propio pacharán.