Las vacaciones de invierno son una temporada ideal para disfrutar del turismo de bienestar en Córdoba. Se trata de un estilo de turismo donde la naturaleza y la salud son protagonistas. Opciones en La Falda, Valle de Calamuchita y Villa Río Icho Cruz.

El turismo de bienestar se vincula a aquellos viajes donde el objetivo es mantener o mejorar el bienestar personal. Se trata de un estilo de turismo donde la salud integral es protagonista, aunque no es específicamente turismo médico. 

En Argentina, Córdoba se posiciona como un destino imprescindible dentro del turismo de bienestar, conectando la experiencia en la naturaleza y las disciplinas ancestrales, para así lograr el equilibrio cuerpo-mente-espíritu.

La provincia de Córdoba ofrece una amplia gama de actividades revitalizantes para los turistas que buscan un estilo de vida saludable y equilibrado. Desde terapias ancestrales hasta trekking y talleres holísticos, la región tiene mucho que brindar a quienes desean reconectar con su bienestar interior.

El amplio catálogo incluye prácticas milenarias como la meditación y el yoga, actividades al aire libre como senderismo y ciclismo por paisajes naturales imponentes y talleres y espacios que enseñan técnicas para mejorar la salud física y mental, como cocina saludable, arteterapia y terapias alternativas, entre otras.

Aquí figuran también conceptos no tan populares como “sleep tourism”, donde se promueve el sueño de calidad, o “silent travel”, la tendencia con actividades que permiten la desconexión, dejando el celular y las pantallas de lado.

Los visitantes encuentran en Córdoba un refugio ideal para alejarse del estrés y lograr la plenitud. Es un destino auténtico donde conectan con su yo más profundo y alcanzan el equilibrio integral, a través de naturaleza, spas y retiros de yoga y meditación.

Se trata de una tendencia mundial en ascenso: en el contexto actual, el turismo de bienestar pisa cada vez más fuerte porque propone mucho de lo que habitualmente las personas carecen, ya sea en su día a día como en viajes y escapadas más tradicionales. Descanso, alimentación consciente y contacto directo con la naturaleza son parte de la propuesta que Córdoba ofrece también en vacaciones de invierno.

Relax, naturaleza y experiencias: donde ir y qué hacer

Con sus clásicas sierras de fondo, Córdoba aparece como el destino ideal para quienes opten por el turismo de bienestar en vacaciones de invierno. Las prácticas sustentables son aquí una característica fundamental. 

Aquellos que busquen la tranquilidad, la sofisticación, la armonía y los servicios de un spa pueden acudir a La Olivia Hotel Boutique & Spa. En la ciudad de La Falda, el lugar ofrece un combo de descanso y disfrute donde la combinación de momentos de relax con excursiones guiadas resultan  un éxito asegurado para los visitantes.

Tal como buscan quienes disfrutan del turismo de bienestar, allí se destaca una selección de masajes terapéuticos y relajantes, diseñados para aliviar tensiones y devolverle armonía al cuerpo y la mente. Una estadía con relajación, renovación y tratamientos que se definen como un viaje sensorial. 

La opción glamping también está presente en Córdoba. La perfecta simbiosis y armonía entre naturaleza y confort se ubica en el Valle de Calamuchita, donde el escenario natural no podría ser mejor: dormir bajo las estrellas en domos geodésicos mimetizados con la vegetación es posible en Aguada de Lunas Glamping Camp. 

En el campo de sierras de 23 hectáreas se destaca también una piscina natural que recibe las aguas del río Amboy, la vegetación autóctona, los miradores naturales, las tradicionales plantas aromáticas que perfuman todo el predio, la granja de animales y la huerta orgánica que abastece a la cocina del lugar. Caminatas y paseos en bicicleta son las actividades predilectas de los visitantes. 

Aquellos que elijan Villa Río Icho Cruz pueden participar de actividades saludables, educativas y entretenidas en un resort de bienestar médico. Planes de gestión de peso, antiestrés, antitabaco y antiage son algunas de las propuestas de La Posada del Qenti para sus huéspedes.

Todo esto, en una reserva ecológica de más de 400 hectáreas con fauna y flora autóctona, acompañada de circuito de hidroterapia relajante, caminatas, cabalgatas, gimnasio, piscinas, spa, bicicletas de montaña y huerta orgánica. Vacaciones con disfrute, placer y bienestar garantizados.