Corendon Airlines, la línea aérea turco-holandesa, marcó un antes y un después en la historia de la aviación: presentó el primer avión completamente tatuado del mundo. Con un diseño que desafía lo convencional, la aeronave despegó dejando una huella imborrable en los cielos y en la industria aérea.

Para celebrar su 25º aniversario, Corendon colaboró con el reconocido tatuador Henk Schiffmacher, conocido por tatuar a famosos globales como Lady Gaga y Kurt Cobain. El avión, un Boeing 737 llamado "Sweet Louise", luce un diseño de tatuaje que cubre casi 200 metros cuadrados de su fuselaje.

La idea surgió durante una conversación entre Gunay Uslu, consejero delegado de Corendon, y Schiffmacher, quien alguna vez soñó con tatuar un avión completo. Uslu aprovechó la oportunidad de fusionar el arte y la aviación de una forma sin precedentes. 

"Para celebrar el 25º aniversario de Corendon, queríamos hacer algo audaz e inolvidable, algo que reflejara quiénes somos. Esta colaboración con Henk Schiffmacher es más que simplemente llamativa; simboliza el espíritu aventurero de Corendon y nuestra disposición a salir de los caminos trillados. El avión tatuado es un homenaje a nuestras raíces y a nuestro viaje, y demuestra que los viajes, como el arte, pueden contar historias poderosas y unir a las personas de maneras inesperadas", explicó Gunay.

Arte en el cielo 

Aplicar el diseño del tatuaje fue un proceso complejo. Tuvo que ajustarse cuidadosamente a escala para que se ajustara a los contornos de la aeronave sin perder su integridad artística. "Trabajamos en estrecha colaboración con expertos en aviación y arte para garantizar que el diseño mantuviera su integridad. Fue un proceso meticuloso, pero ver el resultado final ha sido increíblemente gratificante", afirmó Uslu. Una primicia para los pasajeros Inaugurado en Schiphol-East, Sweet Louise pronto operará las rutas vacacionales más populares de Corendon, ofreciendo a los pasajeros una experiencia aérea verdaderamente única.

Nombrado Sweet Louise en honor a la esposa de Schiffmacher, el avión luce un diseño inspirado en íconos náuticos clásicos, plasmado con la estética del tatuaje tradicional. Esta obra aérea rinde homenaje al inconfundible estilo artístico del renombrado tatuador.

“El diseño es un tributo al espíritu viajero”, explicó Schiffmacher. “En uno de los motores puede verse un pirata, símbolo eterno de los mares, que en este caso se transforma en un corazón: el emblema elegido para Corendon. Los tatuajes narran historias, y esta creación habla de mis propias vivencias recorriendo el mundo y conectando con distintas culturas. Representa el movimiento, la unión y el deseo de descubrir. Me llena de orgullo saber que ahora esta historia también volará”.