Durante la temporada estival, la ciudad se convierte en un refugio para los amantes de las actividades al aire libre, con sus lagos cristalinos, montañas y una variada oferta de experiencias únicas. Desde excursiones en la cordillera hasta deportes acuáticos, el destino ofrece un sinfín de opciones para disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión.
A continuación, destacamos las mejores actividades de aventura que los visitantes pueden disfrutar en este paraíso patagónico durante el verano.
El rafting se consolida como una de las actividades de aventura más destacadas de la región, y el Río Corcovado se posiciona como el escenario ideal para quienes buscan vivir esta experiencia. Con rápidos de clase II y III, el río ofrece un recorrido accesible para todas las edades, sin necesidad de experiencia previa. Cada expedición es guiada por expertos locales, garantizando seguridad y diversión. Las excursiones, que pueden durar entre dos horas o un día completo, incluyen emocionantes paradas para saltar desde rocas o disfrutar de un refrescante baño en sus aguas, asegurando una jornada llena de adrenalina y paisajes impresionantes.
Para los más aventureros, el Río Futaleufú en Chile, es un desafío emocionante. Reconocido internacionalmente por sus exigentes rápidos de clase IV y V, ofrece dos días de aventura y paisajes impresionantes. Las excursiones son ideales para aquellos que buscan una experiencia intensa y un contacto cercano con la naturaleza.
Otra opción es el canopy, una actividad de aventura que consiste en deslizarse por cables suspendidos entre árboles en un entorno natural. A través de un sistema de poleas conectadas por cables, los visitantes se desplazan de una plataforma a otra, disfrutando de vistas panorámicas del bosque.
El origen del canopy se remonta a las investigaciones científicas en las selvas tropicales, especialmente en Costa Rica, donde los ecologistas desarrollaron esta técnica para estudiar los ecosistemas del dosel arbóreo. A medida que los investigadores se dieron cuenta del potencial recreativo de esta actividad, el canopy se convirtió en una opción popular de turismo de aventura.
En Pueblo Alto se desarrolla en un entorno adecuado, donde la adrenalina y el asombro van de la mano. Con una serie de plataformas instaladas entre los árboles, los participantes pueden deslizarse por un recorrido total de 2 kilómetros, incluyendo tramos que cruzan sobre cañadones. No se requiere experiencia previa, lo que hace que esta actividad sea accesible para todos. Como plus, al finalizar la actividad se puede saborear un té de campo inolvidable rodeado de un paisaje encantador.
El kayak, otra de las actividades más emblemáticas de Esquel, y la Reserva Natural Urbana Laguna La Zeta, situada a solo 4 km de la ciudad, ofrecen un entorno perfecto para esta actividad. Aquí, los visitantes tienen la oportunidad de adentrarse en aguas cristalinas, rodeados por la majestuosa belleza de los bosques patagónicos. Las excursiones en kayak pueden durar desde dos horas hasta varios días, dependiendo del recorrido que se elija. En el Parque Nacional Los Alerces, los kayaks permiten acceder a rincones ocultos que son inaccesibles por otros medios, brindando una experiencia única que combina el descanso con la exploración.
Para quienes buscan senderos y tranquilidad, los imponentes cerros que enmarcan Esquel ofrecen un sinfín de posibilidades. Los senderos periurbanos invitan a explorar la belleza del paisaje local transformando la ciudad en un destino ideal para practicar senderismo.
El sendero La Zeta, accesible por camino vehicular, es perfecto tanto para caminatas como para ciclistas Este recorrido de 5 km (ida) presenta una dificultad media y permite ascender a una altura máxima de 800 msnm. Durante aproximadamente una hora, los visitantes disfrutan de un trayecto que inicia en la Av. Fontana y les regala un mirador exclusivo de Esquel en el camino, ofreciendo un momento ideal para descansar y capturar la belleza local. Al finalizar, la Glorieta se convierte en un punto estratégico para quienes deseen continuar explorando la Reserva Natural.
Otra opción fascinante es el sendero a La Zeta por el Arenal, que se extiende por 7 km (ida) con una dificultad similar. Este camino poco transitado atraviesa un banco de arena volcánica, brindando una experiencia única para quienes prefieren a pie el recorrido.
Otro recorrido, fuera de lo común son los túneles de hielo, se trata de formaciones natural poco común que se puede explorar como parte de una excursión organizada. A unos 50 km de Esquel, se llega a través de un recorrido en vehículos 4x4 que lleva a los viajeros a una cascada donde se forman estos túneles por las condiciones especiales de temperatura. Esta experiencia es asombrosa, ya que permite observar un fenómeno geológico singular y disfrutar de un trekking inolvidable. Los avistajes de cóndores son posibles durante esta actividad, añadiendo un toque especial al recorrido.
Esquel emerge como un destino privilegiado para el turismo de aventura durante el verano, combinando naturaleza y adrenalina en actividades que destacan tanto por su diversidad como por su capacidad para ofrecer experiencias memorables.