Estocolmo se ilumina con la magia de la Navidad. La celebración de Santa Lucía, una tradición llena de luz y sabor, inunda la ciudad de mercados, costumbres y delicias culinarias.

Mercados navideños, luces, sabores y tradiciones convierten a Estocolmo en un destino imperdible durante la época navideña. Los visitantes podrán perderse entre los puestos de artesanía, degustar los dulces típicos suecos y disfrutar de la calidez de los hogares locales. La gastronomía juega un papel fundamental en esta celebración, con platos tradicionales y propuestas innovadoras que deleitarán a todos los paladares.

Desde noviembre la capital de Suecia se va transformando para compartir planes y tradiciones, como sus conocidos mercadillos que ocupan el centro de la ciudad, hasta finales de diciembre. En cada uno de ellos se pueden adquirir numerosos productos artesanales y decoraciones navideñas, como en el que se celebra en el jardín de Rosendal, el mercado de Navidad de Stortorget, en el caso antiguo; el mercado del Castillo de Skokloster o el de Skansen, uno de los más reconocidos de Estocolmo.

La tradición navideña sueca se respira en cada rincón del casco antiguo de Estocolmo. Los mercadillos, donde se pueden encontrar desde suéteres tejidos a mano hasta adornos tradicionales, son el lugar perfecto para sumergirse en la cultura local. Además, la ciudad ofrece una amplia variedad de actividades para disfrutar en familia o con amigos, como patinar sobre hielo o relajarse en una sauna.

Más allá de los mercados navideños, Estocolmo ofrece una amplia oferta gastronómica que va desde los platos típicos como las albóndigas suecas y el jamón de Navidad hasta la alta cocina de restaurantes con estrellas Michelin como Frantzen y Aira. Además, los visitantes podrán disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad desde lugares como Fjällgatan, y sumergirse en la atmósfera navideña del casco antiguo. Otro punto privilegiado para disfrutar de las vistas navideñas es Skinnarviksberget, la colina más alta de Estocolmo. Desde ella, se pueden obtener vistas panorámicas que abarcan la ciudad y sus alrededores. 

El 13 de diciembre, en Suecia, y en Estocolmo se celebra Santa Lucía que da inicio a las Navidades y en la que se recuerda a Lucía, portadora de la luz en invierno. Esta festividad, llena de simbolismo y tradición, conmemora a Santa Lucía, una mártir siciliana que se convirtió en un símbolo de luz y esperanza. Ese día hay varios conciertos de niños con coronas de velas, que interpretan letras escandinavas y las familias se reúnen y mantienen las tradiciones, como es la elaboración de jengibre.

Pero la estrella indiscutible son los lussekatter, se trata de bollos de azafrán en forma de S, que se vuelven los reyes de la Navidad sueca. Su color dorado y su sabor dulce y especiado, con un toque cítrico, los convierten en un manjar irresistible. Junto a ellos, las pepparkakor, galletas de jengibre con formas divertidas, completan la dupla perfecta para sumergirse en la tradición navideña sueca.