La cadena montañosa multicolor está ubicada a 30 kilómetros de la ciudad de Humahuaca. Sus visitantes lo describen como “una pintura”, “indescriptible” e “impactante”.
Se trata de uno de los puntos más conocidos de la provincia. Ubicado en Purmamarca, recibe miles de visitantes diariamente. Lo describen como “pintado por Dios”, “para enamorarse” y “un paseo obligado” por el Norte Argentino.
Corresponde a un tramo zigzagueante y empinado de la Ruta Nacional 52. El camino que recorre la cuesta tiene su origen en la localidad de Purmamarca y alcanza su altura máxima en el Abra de Potrerillos a 4.170 metros de altura, desde donde la RN52 continúa por las Salinas Grandes hacia el Paso de Jama.
Según las opiniones de los visitantes, “el lugar te deja sin palabras, cada curva es para una foto y los paisajes uno más bonito que el otro”. “Genera admiración la obra del hombre para realizar este camino. Se obtienen unas fotos espectaculares con el camino serpenteando entre las montañas”.
Los visitantes de las Salinas las describen como “un espejo, un desierto, algo realmente maravilloso que te dejará cautivado y absorto. Para donde mires solo verás sal”.
“Es la duodécima vez que vamos a las salinas en distintas épocas del año. Siempre diferente siempre hay algo que descubrir”, aseguran.
Son un verdadero museo al aire libre, que se hace evidente a medida que vamos penetrando en esta profundidad de 50 metros. Poco a poco, podes sorprenderte con diversos sedimentos marinos, piedras volcánicas y caracoles petrificados.
“Un recorrido riquísimo en historias para llegar a un lugar mágico”, aseguran.
Es el nombre con que fueron bautizados estos magníficos accidentes geográficos. Las montañas son coloridas como si hubieran sido pintadas a propósito, justo frente al pequeño pueblo de Maimará. “Es la expresión gigante de la paleta del pintor, según la posición del sol van variando las tonalidades. Su nombre lo dice todo”, aseguran.
El es una fortaleza construida por los tilcaras, una parcialidad de los omaguacas, en un punto estratégico sobre la Quebrada de Humahuaca. Se encuentra a 1 km al sur de la ciudad de Tilcara, sobre un morro, a 80 m de altura/ junto a la confluencia del Río Guasamayo y el Río Grande, que allí corre a 2.450 msnm. dominaba el cruce de los dos únicos caminos del lugar y por un lado la defienden los acantilados sobre el Río Grande y por el otro las ásperas laderas. En los faldeos más accesibles construyeron altas murallas. Los pucarás no solo tenían fines defensivos sino también sociales y religiosos. Desde esa altura podían controlarse los campos de cultivo circundantes y las viviendas de los campesinos en los terrenos bajos.
Según los visitantes, se trata de “un lugar bellísimo en su austeridad, historia y amplitud. Para quienes aman la vida de nuestros pueblos originarios será un deleite”.
La plaza 9 de julio es el centro de convergencia de actividades de Purmamarca, donde los servicios públicos ocupan edificios que la rodean, haciendo además que la actividad turística se concentre a su alrededor.
Sobre las veredas circundantes es donde se practica el comercio de artesanías, que en su mayoría es ambulante, salvo aquellas casas pertenecientes a familias tradicionales que hoy son ocupadas también como locales comerciales.
Hay quienes verdaderamente disfrutan de excursiones riesgosas; caminos de ripio al borde la cornisa, caminatas entre inmensas formaciones rocosas, escaladas y descensos de grades alturas por sitios no convencionales. Todo esto es lo que ofrece la impresionante Garganta del Diablo. Esta atracción es muy elegida por los turistas ya que se trata de una magnífica estructura natural de grandes dimensiones.
La Garganta del Diablo es una formación rocosa de gran altura ubicada a aproximadamente 7 kilómetros de la ciudad de Tilcara. Ha sido así denominada por una zanja que el cauce del río Huassamayo generó entre las rocas, para abrirse paso a su curso. Este profundo surco hecho por el agua sobre la roca viva, constituye un fenómeno natural impresionante.
El Palacio de Gobierno de Jujuy fue inaugurado en 1921.
La organización del inmueble es simétrica: en su eje se encuentra el gran hall de acceso y la escalera de importante desarrollo que conduce en la planta alta al salón de la Bandera.
Además, atesora uno de los legados más significativos para los jujeños: la Bandera obsequiada por el General Manuel Belgrano al Cabildo de San Salvador de Jujuy después del triunfo en la batalla de Salta, en reconocimientos a los sacrificios realizados durante el memorable Éxodo de 1812 y las Guerras de la Independencia.