Los escaladores y los aventureros tienen una oferta excepcional en el sur argentino. Este rincón de Santa Cruz se ha convertido en uno de los lugares favoritos para locales y turistas. A continuación, una guía para conocerlo en profundidad.
El Chaltén está ubicado en el Parque Nacional Los Glaciares, en la provincia de Santa Cruz, y funciona como acceso a los senderos que rodean las cimas del cerro Torre y el Monte Fitz Roy al noroeste argentino. Desde hace varios años tanto los argentinos como los turistas eligen este destino para realizar deportes de aventura como trekking y se ha convertido en uno de los favoritos.
En este rincón de la provincia de Santa Cruz, a medida que uno se acerca más, se puede apreciar el monte Fitz Roy (su nombre original es “Chaltén”, que en lengua tehuelche significa “montaña que humea” y lo llamaban así porque pensaban que era un volcán) escoltado por las agujas Saint Exupéry, Rafael, Poincenot, Mermoz, Guillaumet y Madsen, entre otras. Toda esta zona, ubicada al norte del Parque Nacional Los Glaciares –el más extenso del Sistema Nacional de Áreas Protegidas Argentinas–, resulta un verdadero paraíso para los escaladores y para los amantes de las caminatas. Y si bien las montañas imponen respeto por sus elevaciones y sus caras verticales, el terreno se presenta muy amable y con pocas pendientes para quienes se inclinan por el senderismo: sus numerosos caminos le dieron a El Chaltén el título de “capital nacional del trekking”.
Es importante destacar que los hay de diferentes grados de dificultad, desde bajos hasta de gran exigencia física. Entre los más frecuentados figuran los que conducen a la Laguna de los Tres, a la Laguna Capri y a la Laguna Torre, que están señalizados y han sido adaptados por el Parque Nacional para facilitar el acceso a los puntos panorámicos más importantes, sin interferir con el ambiente natural.
Los alrededores de El Chaltén ofrecen la posibilidad de unir varias lagunas en dos o tres días de trekking. Uno de los periplos clásicos tiene sus puntos de partida y de llegada en el pueblo y vincula las lagunas Capri, De los Tres, Madre, Hija, Nieta y Torre. La travesía comienza al final de la Avenida San Martín y conduce, en menos de 2 horas de caminata, a la laguna Capri y a un magnífico mirador hacia el monte Fitz Roy (3.405 metros) y las agujas contiguas. En días despejados, la vista es simplemente increíble.
El trayecto hacia la laguna Capri no lleva muchas horas, así que uno puede aprovechar y almorzar allí o detenerse un rato para disfrutar de las panorámicas. Luego se continúa camino durante una hora y media más, hasta llegar al campamento Poincenot.
Un poco más de tiempo lleva la subida a la laguna de los Tres, a la que es recomendable ir “liviano” y cargar mucha agua. Pero, todo esfuerzo vale la pena, ya que el azul profundo de la laguna, la cercanía con las paredes del Fitz y el glaciar De los Tres hacen que la postal sea inolvidable. Se trata, de hecho, de la vista más cercana que se puede tener del Fitz Roy, sin tener en cuenta la que obtienen los escaladores que se le animan a sus paredes.
El próximo destino puede ser conocer las lagunas Madre, Hija y Nieta. Se trata de espejos de agua color verde, entre árboles achaparrados y playas de piedras aplanadas, que invitan al relax y la contemplación. Más adelante, luego de una hora y media más a pie, los senderistas llegan al campamento De Agostini, junto a la laguna Torre, que suele estar salpicada de pequeños bloques de hielo.
Este mirador se encuentra a mitad de camino hacia la Laguna Torre. Existen dos cabeceras de sendero que parten desde El Chaltén y se unifican a 5 minutos de su inicio. En una pequeña arboleda de ñires se puede encontrar un cartel con un croquis del recorrido, con tiempos, distancias y recomendaciones para que uno tenga en cuenta antes de continuar.
El sendero comienza a ingresar al valle con una pendiente suave, a la sombra de las primeras lengas, y muy pronto se ubica próximo a la garganta del río Fitz Roy donde está el Mirador Margarita.
Desde ese lugar se tiene una vista panorámica de los cerros Solo, cordón Adela, cerro Torre y el cerro Chaltén, y al otro lado del río se puede apreciar la cascada Margarita. La senda continúa por el bosque nativo, remontando el curso del río Fitz Roy. Luego de una hora y media se llega al mirador Del Torre, donde se puede ver un cartel del Parque Nacional que describe la incomparable vista: una panorámica del cordón Adela, el cerro Torre y las agujas de granito que lo acompañan.
Esta agradable caminata es perfecta para tomar un primer contacto con el ambiente natural de El Chaltén, caminando por una zona de bosque de ladera en un recorrido sin dificultad. Al final del recorrido, una hermosa cascada y su arroyo invitan a tomar una pausa para la contemplación al reparo del bosque nativo.
La senda comienza en El Chaltén, al final de la Av. San Martín, en la misma cabecera de sendero hacia Laguna De los Tres. Luego se debe tomar el sendero que se encuentra hacia la derecha y, en poco tiempo, el camino remonta una pendiente que vuelve a descender hasta llegar al camino de ripio que lleva al Lago del Desierto (Ruta Provincial 41).
En menos de media hora se llega al último tramo del sendero, en donde hay una área de estacionamiento ya que también se puede llegar hasta allí en vehículo.
En el último tramo de la senda se ingresa sólo caminando: está prohibido acceder con bicicletas. Este bello camino es totalmente llano, entre árboles bajos. El sonido distante de la cascada anticipa que ya está cerca el final del recorrido. A la vera de los árboles se podrá encontrar, de acuerdo a la estación del año, diferentes flores de la vegetación local, como la hermosa orquídea magallánica.
Todos estos puntos hacen de este destino la capital nacional del trekking, una experiencia inolvidable para los aventureros y para los que se animen a serlo.
Algunos argentinos que se aventuran hasta este rincón de la Patagonia lo hacen para conocer un territorio que fue objeto de conflictos limítrofes entre la Argentina y Chile, por la posesión del Lago del Desierto. De hecho, estas cuestiones geopolíticas fueron las que originaron el decreto de fundación del pueblo, que entró en vigencia el 12 de octubre de 1985.
El pueblo se parece a un anfiteatro de piedra, rodeado de hielo y nieve. Son todas casas bajas con techo a dos aguas y unas pocas calles de ripio. Lo que lo hace único es la silueta imponente de las agujas del Cerro Fitz Roy, que se ve desde cualquier punto del pueblo. El nombre se lo puso el Perito Moreno, en honor al capitán de la Goleta Beagle, en la que Charles Darwin recorrió Latinoamérica.
El Chaltén fue declarado Capital Nacional del Trekking el 28 de julio de 1994, por la gran variedad de senderos aptos para desarrollar esta actividad, gracias a las particularidades geográficas de esta zona. Pero también hay opciones para quienes buscan tranquilidad y buen gusto: El Chaltén ofrece un gran número de alternativas de alojamientos y de establecimientos gastronómicos, que realzan la estadía con cálidos tintes de memorias de escaladores y estancieros de nuestra identidad patagónica.
Si estás interesado en saber más de Santa Cruz, te recomendamos leer: "Puerto Deseado recibe a sus primeros Pingüinos de Penacho Amarillo".