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Mitos del Palacio Barolo: la escultura de Mario Palanti que tardó casi un siglo en llegar a destino.

Mitos del Palacio Barolo: la escultura de Mario Palanti que tardó casi un siglo en llegar a destino.

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La misteriosa desaparición de una escultura de bronce hueca, que contendría los restos del Dante, es una de las tantas leyendas que rodean al Palacio Barolo. Ahora, casi un siglo después, la obra realizada por el arquitecto Mario Palanti finalmente llegó a su destino original. ¿Qué pasó con ella? ¿Por qué le falta una parte? ¿Cómo fue recuperada?

El Palacio Barolo es uno de los edificios más hermosos y emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires. La imponente construcción ubicada en pleno corazón de la tradicional Avenida de Mayo es un deleite para la vista, pero también está rodeada de historias increíbles.

Inaugurado en 1923, fue el primer rascacielos de Latinoamérica. Es una pieza indispensable de la arquitectura porteña, con un aspecto que rompió todos los moldes de la época.

Ya desde sus inicios, el Barolo estuvo enmarcado en polémicas. Su inauguración fue silenciada por los medios de la época y su estética, fuertemente criticada por los arquitectos del establishment, debido a su peculiar estilo. El edificio se puede categorizar dentro del movimiento "art nouveau", pero tiene detalles de arquitectura gótica y neorromántica. Además, fue construido utilizando la técnica del hormigón armado, un método moderno. La cúpula, por su parte, está inspirada en el templo Rajarani Bhubaneshvar, de la India. "Rascacielos latino", así resumió su estilo ecléctico el arquitecto Mario Palanti, su autor.

El mármol del piso, de colores verde, blanco y rojo, como la bandera italiana, al igual que el resto de las decoraciones, son originales de 1923. El edificio, al ser declarado Monumento Histórico Nacional en 1997, no puede ser modificado.

Luego de décadas donde parecía que su estrella se apagaba, resurgió de la mano de una historia que rápidamente se transformó en mito: cuenta que Palanti se inspiró en los versos de la Divina Comedia, de Dante Alighieri, para diseñarlo. Y que su comitente, Luis Barolo, pretendía traer a la Argentina las cenizas del escritor italiano para salvarlas de una Europa en guerra.

Segúnel arquitecto e historiador Carlos Hilger, Barolo y Palanti eran miembros deuna logia secreta derivada de la edad media, llamada Fede Santa, que teníavínculos con los templarios y cuya orden fue prohibida por el Papa en el sigloXIV. Casualmente, Dante Alighieri perteneció a esa logia.

Elpasaje de acceso al Palacio, luce en el centro una escultura realizada porAmelia Jorio, madre del administrador del edificio, hija de Carlos Jorio, unode los primeros inquilinos el Barolo (y de quien se conserva una oficina conmobiliario y objetos antiguos)  y abuelade Miqueas y Tomás Thärigen, quienes cobran un gran protagonismo en la historiareciente del edificio como difusores culturales del preciado patrimonio.

La escultura

La pieza consta de la figura de un águila con las alas desplegadas, que lleva en su lomo un hombre moribundo.

Esta obra está allí desde 2015, y fue colocada en reemplazo de una similar creada por el propio Palanti en 1919, pero que nunca llegó a ser colocada en el hall central, ya que se perdió en el camino. ¿Homenaje al Dante o al “soldado desconocido” de la Primera Guerra Mundial? Esto todavía está en debate. En la base de la figura se puede leer claramente la palabra “Mausoleo” ¿a quién está dirigida?

Hace más de 20 años, los administradores del Barolo lograron ubicar la pieza en manos de un coleccionista de arte de Mar del Plata. Trataron de recuperarla pero no tuvieron éxito. Al hacer un segundo intento por recobrar la escultura de bronce hueca, de 2 metros de ancho por 1,50 de alto, se enteraron que ésta había sido cortada al medio y la parte superior había desaparecido.

¿Qué buscaban? ¿Por qué destruir una obra artística? Algunos creen que en el interior de la escultura estaban los restos del mismísimo Dante, que habían llegado escondidos en secreto desde Italia para que descansaran en la bóveda del Palacio. Algo que no fue confirmado ni desmentido, pero  que sirve para alimentar el mito.

Unidospor la masonería, Barolo y Palanti querían homenajearlo construyéndole unmausoleo que hoy se emplaza sobre Avenida de Mayo 1370.

Losresponsables de la recuperación de la escultura fueron los hermanos Miqueas y Tomás Thärigen, bisnietos de CarlosJorio, quienes tienen una vida vinculada al Palacio Barolo.

Quisoel destino que un arquitecto que documentaba viviendas en Mar del Plata -dedonde son oriundos los Thärigen- logró identificarla en el jardín de una casaubicada en Güemes y Falucho. A partir de allí se vivieron muchos años de “tiray afloje”, ya que el poseedor de la escultura, primero accedió a venderla, peroluego cambió de opinión.

Miqueas Thärigen fue una de las personas que más se movilizó para recuperar la escultura. Desde fines de los 90 pasó por diferentes instancias para tratar de que la obra de Palanti esté en el lugar que correspondía. Por respeto y en homenaje al artista, explicó.

“Fue una ardua tarea que llevó muchosaños y que se concluyó hace no más de 5 meses cuando encontramos la esculturaen un anticuario y pudimos comprarla. Y logramos que finalmente esté dondePalanti y Barolo lo habían soñado. Nos provoca una alegría inmensa, por sulegado, porque al fin de cuentas nosotros estamos de paso, pero lo que dejamosse puede transmitir a las próximas generaciones”, remarcóMiqueas.

Sobrela posibilidad de que dentro de la escultura estén los restos del Dante,Miqueas fue categórico: “Los mitos hayque alimentarlos, porque son parte de la historia. No me animo a indagar sobresi realmente están o estuvieron allí. Prefiero que siga la leyenda”.

Cabe recordar que el edificio es Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Monumento Histórico Nacional.

Porsu parte, Tomás Thärigen aseguró que haber conseguido el objetivo de recuperarla escultura “fue liberador”, más allá de que la figura no esté completa. Secerraba un ciclo, una búsqueda que parecía infructuosa.

Cuando la vi era como sentir que era laúltima pieza de un rompecabezas. Fue una sensación de liberación muy grande.Lamentablemente falta la pieza superior, que es la que tiene la figura quesupuestamente es del Dante. Pero nos pone muy feliz que finalmente llegue alBarolo, después de más de 100 años”, comentó Tomás.

Miqueasy Tomás son difusores culturales del Barolo, reconocen la trayectoria de subisabuelo y comparten su legado al valorar la gran obra arquitectónica dePalanti. Sus más de 18 años de trabajo recorriendo el Palacio les permitieronvivir experiencias maravillosas.

"Se acercan muchas personalidadesinteresantes de la cultura nacional y mundial, y siempre es un placer poderpasar el rato con ellos", indicó Miqueas.

"El Palacio Barolo tiene todaslas cualidades de ser el edificio emblemático. Cuando uno lo ve reconoce a laCiudad de Buenos Aires, tal como lo hace cuando ve la Torre Eiffel y reconoce aParís",aseguró.

Roberto Campbell es eladministrador del consorcio del Barolo y tío de Miqueas y Tomás. También participóen la ardua búsqueda de la escultura. Por eso, al recibir la noticia de quehace unos pocos meses había sido encontrada, no podía salir de su asombro.

“Cuando Miqueas me llamó para contarmela novedad, fue una sorpresa. Realmente nos pone muy feliz que finalmente laescultura esté en el lugar donde siempre debió estar”, relató.

Campbellasumió la administración del consorcio hace más de 20 años, momento desde elque inició una ardua tarea para poner en valor nuevamente al históricoedificio. En ese sentido destacó la importancia de la cultura en el rescate delPalacio Barolo, a través de distintas actividades que lo tienen como escenario.

Creo en el valor de la cultura, que es loque nos define como sociedad. Los italianos no nos conquistaron con armas niguerras, lo hicieron con cultura. Y el Barolo es una muestra de ello. Por eso,nosotros ponemos énfasis en el valor cultural del edificio. Es nuestro legadopara las futuras generaciones”, expresó.

Elarquitecto marplatense Guillermo deDiego, docente, investigador yextensionista de la Universidad de Mar del Plata, tuvo el privilegio de conocerla escultura antes de que fuera vandalizada. Fue hace alrededor de 30 años cuando recorría la zona junto al prestigioso arquitecto e historiador de Mar del Plata Roberto Cova que pudieron acceder a ella en el chalet de Güemes y Falucho. Y pudieron documentar en detalle la obra con un video que hoy sale a la luz.

DeDiego recuerda que le advirtieron a quienes poseían la obra sobre los riesgosde tenerla en el jardín por la depredación de bronce que había. Por lo tanto,no fue sorpresa saber que un tiempo después había sido mutilada.

"La impotencia que sentí cuando supe lo quehabía pasado fue inmensa. Más porque uno tuvo en privilegio de verla integra yera una obra elegante, majestuosa", reflexionó.

Sibien el temor de que esa pieza de bronce haya terminado en una fundición, elarquitecto no pierde la esperanza de que aún esté intacta

https://www.youtube.com/watch?v=hy1xSR_oK-M

"Hace algún tiempo se descubrióen un campo en las afueras de Mar del Plata que había cientos de obras de arterobadas enterradas. Esto nos dio la esperanza de poder hallarla y se requiereun arduo trabajo de arqueología urbana y cultural", dijoDe Diego.

Entrando en detalles de la escultura, recordó que en la base tiene la firma de Palanti, junto a la leyenda "Trieste 1919". Y que la parte superior era una" exquisita obra de arte".

"La escultura es una obra clave se nuestra historia. Es parte del acervo cultural que une a Italia y Argentina", indicó.

Fuente: Palacio Barolo

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